El maltrato económico es una de las formas más invisibilizadas de violencia. Suele confundirse con una simple desigualdad de recursos o decisiones financieras, pero en realidad encierra un mecanismo profundo de control, sometimiento y desvalorización.
No se trata únicamente de dinero: se trata del poder, de quién tiene derecho a decidir, de quién puede sostener su autonomía y quién queda atrapado en la dependencia.
En el plano psicológico, el maltrato económico revela estructuras de dominio emocional y heridas afectivas no resueltas, muchas veces heredadas del propio sistema familiar. Su comprensión requiere ir más allá de lo visible y adentrarse en los orígenes psíquicos y sistémicos que lo sostienen.
Lo que se oculta tras el maltrato económico: control, carencias y desórdenes familiares
 
 
 
 
 
 
 
 
 
