Minimiza el impacto de la ansiedad y el estrés a nivel somático y fisiológico. Los trastornos somáticos o psicosomáticos son aquellos en los que experimentamos síntomas físicos inexplicables y que no se pueden atribuir a una enfermedad física. Estos síntomas pueden ser excesivos para lo que se espera según nuestra historia clínica y exploraciones médicas. …
Minimiza el impacto de la ansiedad y el estrés a nivel somático y fisiológico.
Los trastornos somáticos o psicosomáticos son aquellos en los que experimentamos síntomas físicos inexplicables y que no se pueden atribuir a una enfermedad física. Estos síntomas pueden ser excesivos para lo que se espera según nuestra historia clínica y exploraciones médicas. Los factores biológicos, ambientales, sociales y psicológicos pueden predisponernos al desarrollo o exacerbación de estos trastornos. El objetivo de esta terapia por ende es reducir el efecto de la ansiedad y el estrés en el cuerpo y la fisiología.
Si se te ha diagnosticado un trastorno somático, significa que tu problema es más psicológico que físico, aunque tus síntomas sean físicos.
Si necesitas comprender lo que te está sucediendo y deseas obtener información sobre la terapia para afrontarlo, por favor consulta con nosotros.
Los trastornos psicosomáticos más comunes son: trastornos cutáneos, trastornos respiratorios, enfermedades del sistema inmunitario, trastornos cardiovasculares, dolor crónico, trastornos endocrinos, trastornos osteomusculares y trastornos genitourinarios.
Aquellas personas que tienen dificultad para expresar sentimientos y/o enfrentar situaciones estresantes son más propensos a padecer un trastorno psicosomático.
Hay diferentes tipos de personalidades que se relacionan con determinadas enfermedades por su manera de entender y de enfrentarse a las situaciones.
La personalidad tipo A, en la que los sujetos son hiperactivos, agresivos e impacientes, es un factor de riesgo para la hipertensión y las enfermedades del corazón.
La personalidad tipo B, en la que los sujetos son tranquilos, confiados y expresan abiertamente sus emociones, no se asocia con ninguna enfermedad y actúa como un factor protector.
La personalidad tipo C, en la que los sujetos son pasivos, conformistas y sumisos, con escasa expresión de sus emociones, es un factor de riesgo para algunos tipos de cáncer.
La terapia está dirigida a comprender los mecanismos de interacción entre la mente y el cuerpo y a desarrollar estrategias de afrontamiento para minimizar el impacto de los síntomas o prevenir su exacerbación.
Por favor, solicita una primera sesión de consulta para que podamos estudiar en profundidad tu situación y diseñar la terapia más indicada para ti.